Hola a todos.
El Miércoles día 7 comencé a asistir a la asignatura de Sistema Económico Mundial. Fue mi primer día, no sólo en esta asignatura, sino en todas en esta semana debido a mi despiste de carácter genético. Si las personas normales habitualmente olvidan las cosas sin importancia, lo mío cruza la linea de la gravedad olvidando incluso lo importante.
En definitiva, comencé las clases el Lunes 5 de Octubre con la tranquilidad de creer que las clases empezaban ese día. Para mi sorpresa comenzaron una semana antes, pero ya no había nada que hacer y por ello tampoco me agobié demasiado. Como dicen por ahí, a lo hecho pecho. Aún así fui a todas las clases con la misma ilusión que otros años, ninguna. Lo bueno es ver a los compañeros con los que pierdes el contacto de un curso para otro y contarnos las penurias del balance de exámenes de Junio y Septiembre. No sólo se comparten afectos sino suspensos y algún que otro aprobado. Pero ante la adversidad unión. ¡Que tranquilidad da saber que no eres el único en tu situación!, y me dirán, ¡mal de muchos consuelo de tontos!, ¡pues sí, pero que tranquilidad!. Bueno, centrándonos un poco en el tema el comienzo de clases fue rutinario, como todos los años. Vas a clase, te sueltan el temario, te iluminan durante los 15 minutos de clase que atiendes y después charlas con los compañeros sobre asignaturas, horarios, verano y suspensos, como no. Todo ello compartiendo ese cafelito en una cafetería que ha cambiado mucho desde el año pasado. Y digo esto, porque han limpiado la cristalera del techo de la cafetería. Ya se que parecía misión imposible, pero ahora puede entrar la luz del Sol. Además de alguna que otra pintada nueva muy bien hechas y bastante bonitas.
Pero bueno, retorno al tema principal. En los primeros días conocemos profesores nuevos, con sus respectivas manías que hay que tener muy en cuenta por nuestro propio bien. La creación de este blog, al igual que la de los blogs de mis compañeros viene por la "sugerencia" de nuestro profesor Roberto Carballo. Cuando me enteré de esto, pensé que era broma, pero no. Me ha sorprendido comprobar que en esta clase se nota un ambiente diferente. Más distendido, más participativo en comparación con otras clases. Se consigue aumentar nuestra atención considerablemente, si lo normal son 15 minutos, aquí por lo menos son 20 o 30 minutos, lo cuál es un triunfo. Veremos como evoluciona la clase, pues la "recomendación" de nuestro profesor es que debemos tener el blog actualizado respecto a lo que vamos dando en clase.
Para mi sorpresa, una innovación de esta clase es que no existe temario alguno, más bien es un cronograma de trabajo. La filosofía es que nosotros vamos a crear el temario a partir de nuestro trabajo. Es una idea atractiva, aunque nunca la he vivido en clase. Esperemos que de esto aprendamos más de economía que no de la manera tradicional de estudiar a capón cual loro con la consecuencia de que en Julio ya no sepamos ni escribir. Aunque siempre hay un porcentaje de fracaso que debemos tener en cuenta pese a que nuestras esperanzas nublen la realidad.
Pasando a la odisea, ésta no fue tal. En realidad fue un despiste más, ya he dicho antes que esto es genético y como decía Murphy, si puede ocurrir, no te preocupes que ocurrirá. Al ser genético, la predisposición es total. En fin, el Jueves día 8 de Octubre me dirigía a clase con las prisas habituales y cuando llegué a la universidad miré mi horario tan bien hecho a ordenador para saber que asignatura tenía a esa hora y en que aula. Así que comprobando mi horario me dirigí a Sistema Económico Mundial de 10h a 11:30h en el aula 201. Hasta aquí bien. Como llegaba tarde, los 5 minutos de rigor castellano, entré y el profesor me preguntó inmediatamente si tenía grupo de trabajo hecho, a lo que contesté que no por instinto. Me dijo que me sentara con un grupo y yo en esos instantes ni tan siquiera miré a mi alrededor. Aún estaba con las prisas en el cuerpo centrándome en lo importante, llegar a clase. Saco mi carpeta, me quito la chaqueta y cuando comienzo a tener conciencia de donde estoy, empiezo a mirar a mi alrededor. Para mi sorpresa no hay nadie conocido, bueno las caras me sonaban, pero no conocía a nadie. Pero mi primer pensamiento no fue, -me he equivocado de clase-, no. Lo primero que pensé es en que mis compañeros no habían ido a clase. Es inherente al ser humano creer que el problema está en otro lado y no en el tuyo. Pero yo seguí con mi teoría de que yo no me equivocaba. Me puse a trabajar con mi equipo, sacamos varias ideas para el trabajo y cuando ya faltaban 5 minutos para acabar la clase, me da por mirar mi horario. Y certifico la evidencia, me había equivocado de hora. Pasé por alto, que mi horario tiene una pequeña flecha que indica que el horario estaba cambiado de orden, la segunda hora era la primera y la primera la segunda hora. Había faltado a mi clase de Sistema Político Español. Así que me levanté, hablé con el profesor acerca de mi pequeño olvido y se lo comuniqué a mi grupo que por sus caras no daban crédito a lo sucedido.
Al final volví otra vez a clase, ahora sí a mi clase haciendo las cosas bien y con algo de trabajo adelantado.
Espero que os haya gustado esta caricatura de mis primeros días en clase. No sabía muy bien como iniciar este blog y me decanté por contar mis peripecias y despistes. Reitero que lo he escrito con el deseo de que fuera una caricatura y por tanto, tomarla en serio en la justa medida. Como en toda caricatura, hay exageraciones y comparaciones grotescas encaminadas a producir una sonrisa en el lector. En el futuro seré más serio en mis entradas.
Un saludo a todos.
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